El arroyo de Eibar
Cristina Iglesias ha sido galardonada con el premio de Arquitectura 2020 que otorga la Royal Academy Of Arts de Londres, a pesar de no ser arquitecta.
Una escultura de agua y bronce de Cristina Iglesias decora los pies del edificio de Bloomberg de Londres. En pleno corazón de la City de Londres, la escultora donostiarra ha expuesto su obra ‘Arroyos olvidados’ en la que ha plasmado una buena parte de sus inquietudes y con la que deja huella en la ciudad que la vio formarse. Una ciudad con la que la artista tiene una vinculación especial ya que fue donde se instaló cuando decidió estudiar cerámica tras terminar la carrera de Químicas a principios de los años 80.
Moldeada en bronce, en una fundición de Eibar, la obra tiene tres aperturas en el suelo por las que se ven lianas de tierra y raíces. Por entre las cavidades de la obra fluye una corriente de agua que paulatinamente se llena y se vacía. El proyecto, fruto de una reflexión conjunta entre el arquitecto Norman Foster y la artista sobre los nuevos desafíos del arte público, y los ataques terroristas, quiere representar la unión de un lugar que protege y que a su vez, también, es un punto de encuentro.
La escultora y grabadora, premio Nacional de Artes Plásticas y una de las artistas más internacionales de las últimas décadas, realizará una obra en el interior del faro de la isla de Santa Clara de San Sebastián, estructura sobre la que ya se está trabajando. Pero este es un maravilloso galardón porque con él se aúna el valor de la escultura como medio de bienestar en pro de la arquitectura urbana. Es un galardón muy especial, a una mujer que representa la reinvención y el encuentro tan lógico y natural del humanismo y los rincones arquitectónicamente diseñados por edificios urbanos en las ciudades del futuro.
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