Punset, Eduard

Dejé de escribir en mayo de 2019, pero guardo alguna nota, algún apunte, artistas que han venido a mi cabeza, dedicatorias, algún medio poema, o dos estrofas ñoñas en la agenda de viajes. En mayo de 2019 sucedió que Eduardo Punset se fue, y en julio hizo lo mismo Claudio Naranjo. Dejando en mi un vacío enorme de esperanza.

Recordando al primero, le escribí una pequeña nota vía facebook, en su día, a Elsa, su hija más conocida, televisivente hablando, porque ella es accesible y amable y siempre me ayuda con sus vídeos y reflexiones en mi aprendizaje como madre y ser humano. Esto le escribí:

Estimada Elsa, no creo que te llegue este mensaje, pero te escribo desde el respeto, el cariño, la tristeza y la esperanza. Tuve el placer de conocer a tu padre una tarde en Madrid, nos regaló unas palabras tan bonitas a mi marido y a mi que siempre le llevamos en nuestros corazones y divulgamos su conocimiento y sabiduría. Le conocimos recién siendo papás de nuestro primer hijo y ahora son ya cuatro hermanos. Con el nacimiento de cada uno de ellos he recordado sus palabras: un hijo es un preciado tesoro, cuidadle y amadle mucho.

Con estas líneas, sólo quería acompañarte en el sentimiento y darte la enhorabuena por haber podido disfrutar de él como padre.

Un abrazo inmenso. Concha

Y muchas gracias me respondío, imagino, después de días de dolor. Porque perder a un padre debe ser complicado y si además tu padre es Eduard Punset más todavía, porque él era una inspiración de cómo vivir, y con frases tan sencillas como «hay vida antes de la muerte«, abría siempre una ventana a la esperanza.

Elsa me respondió, y aunque no lo esperaba, o  un poco sí, porque la gente de verdad siempre responde, me hizo muy feliz, me emocionó, y pensé por un momento en lo bien que me sentí por enviarle ese mail, en nuestras acciones, en su repercusión hasta para uno mismo, y en la emoción, “sin emoción no hay proyectos”, ya lo decía también Eduard Punset. De vuelta a la emociones, aquí estamos. Gracias Punset.