Sobre un iceberg
Categorizado en: infancia, Música
Esta entrada fue escrita porCielo del Norte
Claudio Naranjo, reconocido spiquiatra chileno consagró su vida a ayudar a los demás en su búsqueda de la «transformación», tratando de influir en la opinión pública y las autoridades sobre la idea de que sólo una transformación radical de la educación podrá cambiar el curso catastrófico de la historia.
La educación en palabras del propio Naranjo «es para el desarrollo humano integral, y no para formar seres dóciles, manejados, automatizados y sin visión futura, capaces sólo de manipular a los demás, producir, vender y contentarse con la pseudo-democracia». La verdadera educación debería servir entonces para la «libre realización de nuestras potencialidades evolutivas y creativas” y añade sabiamente que este tipo de educación es “urgente para nuestra supervivencia colectiva”. En lugar de desarrollar actitudes de atención, habilidad y afecto, empujados por nuestra neurosis colectiva aguda hemos inventado la “educación control”, para así controlar la sociedad, y lo hemos aprendido tanto que también controlamos en la oficina, en la escuela, en casa a nuestras parejas, hijos y familiares… parece que nos encontramos lejos entonces de la educación al servicio de la liberación de cada uno. Naranjo llama el “contra-control” al hecho de educar para la libertad y la autonomía en orden de obtener auténticos individuos, y no robots o conformistas que evitan los problemas. ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo? desde el iceberg en el que me encuentro ultimamente como madre de cuatro hijos y como miembro de una sociedad cuya inversión económica en educación en escasa, al mismo nivel de escasez que la educación musical, todos estos conceptos analizados por Claudio Naranjo, despiertan en mi tantas dudas como esperanza.
Los comentarios están cerrados.